tag:blogger.com,1999:blog-55113250911586552682024-03-05T09:45:41.305+01:00Voy sin miedo a soñar...Jessicahttp://www.blogger.com/profile/13160618486015809923noreply@blogger.comBlogger57125tag:blogger.com,1999:blog-5511325091158655268.post-79929658114956594612012-09-09T16:54:00.002+02:002012-09-09T16:54:25.293+02:00-¿Sabes cuando te sientes la princesa del cuento? - preguntó ella mirando al infinito.<br />
<br />
Él asintió, saboreando los últimos tragos de su copa de vino tinto.<br />
<br />
-Yo era la princesa del cuento más bonito jamás escrito.<br />
<br />
-¿Y qué pasó?<br />
<br />
- Dejé de sentirme princesa. Él me quitó la corona y dejé de ser todo para él. Pensar que el amor es incondicional es como pensar que el mar es infinito. Todo en esta vida tiene fin.Jessicahttp://www.blogger.com/profile/13160618486015809923noreply@blogger.com14tag:blogger.com,1999:blog-5511325091158655268.post-6871998703454059762011-06-13T15:47:00.002+02:002011-06-13T15:49:08.957+02:00Son sueños que nunca se cumplen...<div style="font-family: "Courier New",Courier,monospace;">Tengo que asumir que nunca vendrás a por mí armado de flores, que no llenarás la casa de velas ni me traerás el desayuno a la cama si no te lo pido. Dejaré de esperar esa petición de matrimonio de ensueño y me conformaré con soñar que quizás, un día, al menos, pueda escoger mi vestido de novia. Dejaré de mirar el móvil con ilusión, no me molestaré por crear fantasías tontas que me hacen sentir idiota y voy a dejar de idear planes para dos que nunca nos hacen la misma ilusión. Voy a dejar de cuidar, porque me apetece que me cuiden. Voy a dejar de sorprender porque estoy harta de perderme en ilusiones. </div><div style="font-family: "Courier New",Courier,monospace;"><br />
</div><div style="font-family: "Courier New",Courier,monospace;">Voy a dejar de soñar, porque cuando los sueños se rompen, duelen.</div>Jessicahttp://www.blogger.com/profile/13160618486015809923noreply@blogger.com6tag:blogger.com,1999:blog-5511325091158655268.post-68747862724779448292011-03-26T02:36:00.001+01:002011-03-26T02:42:57.323+01:00Una foto en blanco y negro<div style="font-family: "Courier New",Courier,monospace;"><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="http://www.arteyfotografia.com.ar/contenido/objetos/f5/df/d3/f5dfd3d1b754c86961059c1463f77faa8f543ae9/mini_500_4145_1196006888713858.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" height="200" src="http://www.arteyfotografia.com.ar/contenido/objetos/f5/df/d3/f5dfd3d1b754c86961059c1463f77faa8f543ae9/mini_500_4145_1196006888713858.jpg" width="111" /></a></div><b>Es raro, pero hace un momento una imagen, un nombre, ha saltado a mi cabeza. Creo que más bien ha sido por la foto de un lugar que me ha hecho evocar otra época, otra historia totalmente distinta a la mía. Sí, era yo la que vivió aquello, la que se metió de lleno en una historia que la vida iba escribiendo para mí. Lo viví, o al menos eso creo. Quizá, tal y como dice Ruíz Zafón en Marina "siempre recordamos lo que nunca sucedió" y aquello puede que fuera algo que me inventé, que construí para que al mirar atrás la vida no me pareciera vacía.</b></div><div style="font-family: "Courier New",Courier,monospace;"><b><br />
</b></div><div style="font-family: "Courier New",Courier,monospace;"><b>Sea como sea, al ver aquel lugar he sentido una sensación extraña. Lejanía, tal vez. Lejanía, seguro. Se me ha antojado extraño, friamente conocido, como si hubiera sido fruto de mi imaginación y aquella foto, aquella foto tan sólo hubiera sido un boceto de lo que un día soñé. Todo se ha desvanecido. Las sensaciones, los sentimientos, los recuerdos, ya no tienen la propiedad de herirme, ni de emocionarme. Todo es una película en blanco y negro, con secuencias de fotogramas que se suceden evocándome a un tiempo de cambios y decubrimientos, de dolor y sueños. El pasado hoy es más pasado que nunca. El presente hoy se superpone con fuerza a la estela de un tiempo que sonríe con la ternura de la adolescencia desbocada. El futuro es una promesa posada sobre los labios de un destino que sonríe con la luz y fuerza de un corazón que late al compás del mío. Los sueños y promesas caminan al lado de un nombre que, extrañamente, me ha hecho comenzar una historia en color, alejada de los tintes grises de un pasado difuso. Fotos en color en las que sí que aparezco yo.</b><br />
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="http://a8.sphotos.ak.fbcdn.net/hphotos-ak-snc1/6776_1208370728616_1209142874_584096_2076820_n.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="177" src="http://a8.sphotos.ak.fbcdn.net/hphotos-ak-snc1/6776_1208370728616_1209142874_584096_2076820_n.jpg" width="320" /></a></div></div>Jessicahttp://www.blogger.com/profile/13160618486015809923noreply@blogger.com4tag:blogger.com,1999:blog-5511325091158655268.post-46494755395095427032011-02-12T00:31:00.000+01:002011-02-12T00:31:55.443+01:00Dame unas horas de tu amor...<div style="font-family: "Courier New",Courier,monospace; text-align: left;"><span style="font-size: x-small;">(Primera parte: <a href="http://sinmiedoasonyar.blogspot.com/2010/11/apenas-un-instante.html">http://sinmiedoasonyar.blogspot.com/2010/11/apenas-un-instante.html </a></span></div><div style="font-family: "Courier New",Courier,monospace; text-align: left;"><br />
</div><div style="font-family: "Courier New",Courier,monospace; text-align: left;"><br />
</div><div style="font-family: "Courier New",Courier,monospace; text-align: left;">Pasaron semanas antes de que él reaccionara. Estaba perdido, desconcertado, temeroso, como un lobo aullando a una luna desaparecida. Estaba ahí, sentado de nuevo en el mismo sofá que semanas antes ocupara ella, quien volvió de manera improvisada, atropellada y quien se fue sin hacer ruido. A ratos reía si recordaba la manera en que se revolvía en la cama invéntadose mil excusas para quedarse cinco minutos más. Y él se unía a ella, la abrazaba por detrás de manera que ambos encajaban perfectamente y se convertían en uno. A ratos lloraba si recordaba la manera que tenía de sonreír, si recordaba los millones de sensaciones que experimentaba mientras hacían el amor, mientras se acariciaban distraídos sin excusa alguna. Reía, lloraba, hundía su cara en la almohada que compartieron siglos antes y aspiraba su olor, lo que quedaba de él. Cruel rutina que una y otra vez se sobreponía feroz a la promesa de un nuevo día.</div><div style="font-family: "Courier New",Courier,monospace; text-align: left;"><br />
</div><div style="font-family: "Courier New",Courier,monospace; text-align: left;">-¿Sabes? No me despedí de ti porque no me atreví.- Fue la única excusa que ella le dio la primera vez que hizo las maletas y se marchó. - Podía haberte dicho que ya no te quería, que me había enamorado de otro, que quería un tiempo para estar sola o que quería correr el mundo sin equipaje, pero sabía que destaparías una a una mis mentiras. O tal vez puede que simplemente no soportara la idea de verte llorar. No sé por qué vuelvo, no sé si esta vez tendré el valor de despedirme, pero si me permites, si todavía no me odias lo suficiente, querría hacer algo que llevo soñando desde que me fui...</div><div style="font-family: "Courier New",Courier,monospace; text-align: left;"><br />
</div><div style="font-family: "Courier New",Courier,monospace; text-align: left;">Él tenía un nudo en la garganta. Se había jurado odiarla, había puesto en ello todas las fuerzas que no gastó buscándola, pero le era imposible. Era imposible odiar a un ángel.</div><div style="font-family: "Courier New",Courier,monospace; text-align: left;"><br />
</div><div style="font-family: "Courier New",Courier,monospace; text-align: left;">-No.. no sé qué decirte.</div><div style="font-family: "Courier New",Courier,monospace; text-align: left;"><br />
</div><div style="font-family: "Courier New",Courier,monospace; text-align: left;">-Déjame hace esto, por favor...</div><div style="font-family: "Courier New",Courier,monospace; text-align: left;"><br />
</div><div style="font-family: "Courier New",Courier,monospace; text-align: left;">Y acercándose a él despacio, de manera ceremoniosa, le besó. Fue un beso lento y tierno, repleto de explicaciones a media voz, de disculpas heridas y de dolor, de mucho dolor.</div><div style="font-family: "Courier New",Courier,monospace; text-align: left;"><br />
</div><div style="font-family: "Courier New",Courier,monospace; text-align: left;">-¿Por qué? - preguntó él minutos después los puntos suspensivos de aquel beso.</div><div style="font-family: "Courier New",Courier,monospace; text-align: left;"><br />
</div><div style="font-family: "Courier New",Courier,monospace; text-align: left;">Ella se acomodó en su pecho y le rodeó la cintura con el brazo.</div><div style="font-family: "Courier New",Courier,monospace; text-align: left;"><br />
</div><div style="font-family: "Courier New",Courier,monospace; text-align: left;">-Solía decir que a tu lado, así, el mundo dejaba de existir, que me sentía tan protegida que nada ni nadie podría hacerme daño, ¿recuerdas? Necesito volver a sentirme así.</div><div style="font-family: "Courier New",Courier,monospace; text-align: left;"><br />
</div><div style="font-family: "Courier New",Courier,monospace; text-align: left;">-¿Te crees que tienes derecho a todo esto después de meses desaparecida?- Él no gritó, no se alteró. Su tono de voz era pausado y su lenguaje corporal trataba de no ser tosco. A pesar de todo él no quería que ella se moviera.</div><div style="font-family: "Courier New",Courier,monospace; text-align: left;"><br />
</div><div style="font-family: "Courier New",Courier,monospace; text-align: left;">Ella alargó el brazo y cogió de manera ágil su bolso. Sacó un cigarrillo que encendió sin ceremonias.</div><div style="font-family: "Courier New",Courier,monospace; text-align: left;"><br />
</div><div style="font-family: "Courier New",Courier,monospace; text-align: left;">-¡Carol!- exclamó.</div><div style="font-family: "Courier New",Courier,monospace; text-align: left;"><br />
</div><div style="font-family: "Courier New",Courier,monospace; text-align: left;">-Todo está perdido.- contestó ella.</div><div style="font-family: "Courier New",Courier,monospace; text-align: left;"><br />
</div><div style="font-family: "Courier New",Courier,monospace; text-align: left;">Y entonces él lo supo. No hizo falta más, no hubieron más explicaciones ni más reproches. Él la miró a los ojos y comprendió todo cuanto necesitaba saber. Ella estaba más delgada, más ojeriza y frágil, pero no había reparado en ello antes. La besó con miedo a que se quebrara, la acomodó entre sus brazos y se sintió en paz consigo mismo, con ella. Con la vida. </div><div style="font-family: "Courier New",Courier,monospace; text-align: left;"><br />
</div><div style="text-align: left;"><span style="font-family: "Courier New",Courier,monospace;">Y se marchó de nuevo. Una media sonrisa, un último suspiro y un beso posado en el quicio del dolor de las despedidas mudas. Sí, Carol se había marchado, aunque su cuerpo seguía allí. Carol había volado lejos, se había materializado en la estrella que siempre fue y cada noche la miraba imaginando escuchar al otro lado de la puerta el sonido de los tacones repicando con prisa. </span></div>Jessicahttp://www.blogger.com/profile/13160618486015809923noreply@blogger.com3tag:blogger.com,1999:blog-5511325091158655268.post-60460776700551553132011-01-20T17:16:00.002+01:002011-01-20T17:19:05.126+01:00¡Crece la familia!<div style="color: purple; font-family: "Courier New",Courier,monospace; text-align: justify;"><span style="font-size: large;">¡Hola!</span></div><div style="color: purple; font-family: "Courier New",Courier,monospace; text-align: justify;"><span style="font-size: large;"><br />
</span></div><div style="color: purple; font-family: "Courier New",Courier,monospace; text-align: justify;"><span style="font-size: large;">Sé que llevo mucho tiempo sin actualizar. Ando demasiado ocupada estos días: viaje a Galicia, preparativos, regalitos, fiestas... y ahora exámenes. Pero no me olvido de vosotros, mis pequeños soñadores. Me falta tiempo o inspiración, no lo sé. Cuando no tengo tiempo es cuando más ideas tengo, pero luego me pongo frente al ordenador y no sé sobre qué escribiros. Pero sé que me sabréis perdonar por teneros un poco abandonados.</span></div><div style="color: purple; font-family: "Courier New",Courier,monospace; text-align: justify;"><span style="font-size: large;"><br />
</span></div><div style="color: purple; font-family: "Courier New",Courier,monospace; text-align: justify;"><span style="font-size: large;">De todas formas inicio un blog nuevo. Es algo distinto a este, se trata de uno más centrado a otra de mis pasiones: las manualidades. Asi puedo separar estos escritos serios con un blog donde poder intercambiar ideas. Así que os animo a pasaros si queréis.</span></div><div style="color: purple; font-family: "Courier New",Courier,monospace; text-align: justify;"><span style="font-size: large;"><br />
</span></div><div style="color: purple; font-family: "Courier New",Courier,monospace; text-align: justify;"><span style="font-size: large;"><a href="http://llardelluna.blogspot.com/">http://llardelluna.blogspot.com/</a></span></div><div style="color: purple; font-family: "Courier New",Courier,monospace; text-align: justify;"><span style="font-size: large;"><br />
</span></div><div style="color: purple; font-family: "Courier New",Courier,monospace; text-align: justify;"><span style="font-size: large;">De todas maneras, os prometo que no os abandonaré :)</span></div><div style="color: purple; font-family: "Courier New",Courier,monospace; text-align: justify;"><span style="font-size: large;"><br />
</span></div><div style="color: purple; font-family: "Courier New",Courier,monospace; text-align: justify;"><span style="font-size: large;">Besitos!</span></div>Jessicahttp://www.blogger.com/profile/13160618486015809923noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-5511325091158655268.post-82515815264835438572010-11-04T13:57:00.002+01:002010-11-04T14:04:40.395+01:00Dame una noche de tu vida...<div style="color: #741b47; text-align: left;">Apenas un instante. La respiración entrecortada se escuchaba al otro lado del teléfono, ronca, agitada, casi como un jadeo herido de muerte. Una declaración de intenciones, una secuencia de palabras que la habían puesto en jaque y un ruido repetitivo e incesante de los tacones repicando en una acera vacía. Todo se sucedía a la misma vez, en un momento preciso que tenía la seguridad de que jamás se repetiría.</div><div style="color: #741b47; text-align: left;"><br />
</div><div style="color: #741b47; text-align: left;">Fugaz, así describía al tiempo. Fugaz porque se marchaba y no volvía, porque no podía tocarlo, tenerlo entre sus manos. Fugaz como aquellas estrellas a las que pedía deseos que nunca se cumplían. Y de manera fugaz pasó por aquella calle maldita, plagada de fantasmas y sueños perdidos, plagada de corazones que palpitaban, sentían, caminaban, ajenos a ella. <i>¿Hacía dónde conduce la locura?</i>, se preguntó con una sonrisilla amarga. <i>¿Hacía dónde te llevan los errores?</i>, continuaba filosofando. Y dejó las respuestas en el aire, flotando con la tranquilidad de un velero surcando el mar una tarde de verano. </div><div style="color: #741b47; text-align: left;"><br />
</div><div style="color: #741b47; text-align: left;">Estaba cerca, pero ¿de qué? Encendió un cigarrillo que se le antojó casi tan necesario como el respirar. Ya no lloraba, ya no gimoteaba, pero la ansiedad que ardía en su pecho la hacía fumar a una velocidad alarmante, atropellando las viejas colillas con un nuevo cigarro. Pero nada la calmaba. Nada hasta que notó ligeras gotas de lluvia cayendo sobre su abrigo de paño negro abotonado al cuello. El pelo empapado, el maquillaje desordenado y los tacones tambaleándose peligrosamente sobre el suelo resbaladizo la hicieron sentirse llena de vida. Corrió sin miedo a caer, notando como su bolso golpeaba su cadera al ritmo de las zancadas. La locura se había apoderado de ella, la delataba el brillo de sus ojos, pero por primera vez sonreía con la determinación de los que no tienen miedo a equivocarse. </div><div style="color: #741b47; text-align: left;"><br />
</div><div style="color: #741b47; text-align: left;">Daba la vuelta, se dirigía a aquella calle maldita.</div><div style="color: #741b47; text-align: left;"><br />
</div><div style="color: #741b47; text-align: left;"></div><div style="color: #741b47; text-align: left;"><br />
</div><div style="color: #741b47; text-align: left;">El tiempo en que se sucedieron los pasos cansinos al otro lado de la puerta, la tos adormilada de él y el silencio incómodo que se instaló en aquel edificio, se le antojó una verdadera tortura. Se desangraba su confianza, se desvanecía su seguridad. Una sonrisa atónita y el calor de la casa la cubrió en un abrazo que anhelaba que fuera él quien se lo diera. Estaba empapada, casi ridícula. Él era perfecto aún con su bata desgastada y raída por el tiempo. Una invitación para pasar se demoraba y quedaba suspendida entre el desconcierto. Sus miradas se cruzaban sin que ninguno pudiera adivinar las intenciones del otro.</div><div style="color: #741b47; text-align: left;"></div><div style="color: #741b47; text-align: left;"><br />
</div><div style="color: #741b47; text-align: left;"><i>-Pasa</i>.- dijo por fin él.</div><div style="color: #741b47; text-align: left;"><br />
</div><div style="text-align: left;"><span style="color: #741b47;">La invitó a sentarse junto a la estufa. Parecía desconcertado, sin rastro de turbación en su rostro. Pero no hizo preguntas. Habían llegado a ese acuerdo tácito desde el primer momento en el que él abrió la puerta. Y es que las preguntas, aquellas que se arremolinaban impacientes en el quicio de sus labios podían esperar una ocasión más tranquila, un momento más oportuno en el que no salieran envenenadas por el pasado. Además, ella era así, misteriosa y libre, con una áurea tranquila, casi bohemia. Y él lo había aceptado siempre. Se había enamorado de su carácter alegre y soñador, de sus mundos interiores, de sus tacones vacilantes acercándose a él con las dudas de quien ama sin esperar ser amado. Todo y nada se conjugaban en aquella relación donde las palabras que sobraban eran las necesarias para poner sobre la mesa sus sentimientos. Sentimientos que volaban espectantes por aquella habitación, posándose sobre los miedos, sobreponiéndose a las palabras....</span></div>Jessicahttp://www.blogger.com/profile/13160618486015809923noreply@blogger.com5tag:blogger.com,1999:blog-5511325091158655268.post-32741453123267379612010-10-17T15:49:00.002+02:002010-10-17T16:07:14.165+02:00La distancia no tiene importancia..<div style="color: #c27ba0; font-family: "Courier New",Courier,monospace;">En el momento en el que me besaste por primera vez aquel día, al lado del mar con esa duzura apasionante, supe que quería que fueras tú y no otro el que lo hiciera cada día. Quise que fueran tus labios los que se arquearan en una sonrisa dedicada sólo a mí, los que se abrieran para decirme "te quiero", los que me dedicaran besos y mimos cada día de mi vida.</div><div style="color: #c27ba0; font-family: "Courier New",Courier,monospace;"><br />
</div><div style="color: #c27ba0; font-family: "Courier New",Courier,monospace;">Nos lanzamos al mar, el mismo que nos vio besarnos, cogidos de la mano. Todo resquicio de cordura se marchó en una ola y nos miramos a los ojos. No sería fácil. En unas horas, 900 kilómetros nos separarían irremediablemente. Nuestras vidas, unidas por un fino vínculo, por un sentimiento que había comenzado a nacer, pertenecían de alguna manera al otro. ¿Y ahora qué? El futuro nos sedujo con una sóla palabra: amor. Y el pasado, el presente, los sentimientos, se conjugaron hasta llevarnos a compartir una vida donde los aeropuertos, las estaciones de servicio, las maletas y las lágrimas de despedida son una constante. Pero siempre merece la pena quedarse con la primera sonrisa que te recibe en la terminal, el primer beso después de horas interminables soñando con tus labios. </div><div style="color: #c27ba0; font-family: "Courier New",Courier,monospace;"><br />
</div><div style="color: #c27ba0; font-family: "Courier New",Courier,monospace;">A veces, cuando se me olvidan estas cosas, dejo que me canten al oído ellos, quienes ponen la banda sonora a una vida que sólo tiene sentido si estás en ella.</div><div style="color: #c27ba0; font-family: "Courier New",Courier,monospace;"><br />
</div><div style="color: #c27ba0; font-family: "Courier New",Courier,monospace;">Marwan y Luís Ramiro. Dos canciones que me secan las lágrimas.</div><br />
<br />
<object height="385" width="480"><param name="movie" value="http://www.youtube.com/v/m7HGqxeZ7EY?fs=1&hl=es_ES"></param><param name="allowFullScreen" value="true"></param><param name="allowscriptaccess" value="always"></param><embed src="http://www.youtube.com/v/m7HGqxeZ7EY?fs=1&hl=es_ES" type="application/x-shockwave-flash" allowscriptaccess="always" allowfullscreen="true" width="480" height="385"></embed></object><br />
<br />
<object height="385" width="640"><param name="movie" value="http://www.youtube.com/v/qsALAOQo5xI?fs=1&hl=es_ES"></param><param name="allowFullScreen" value="true"></param><param name="allowscriptaccess" value="always"></param><embed src="http://www.youtube.com/v/qsALAOQo5xI?fs=1&hl=es_ES" type="application/x-shockwave-flash" allowscriptaccess="always" allowfullscreen="true" width="640" height="385"></embed></object><br />
<a href="http://www.youtube.com/watch?v=qsALAOQo5xI"><br />
</a>Jessicahttp://www.blogger.com/profile/13160618486015809923noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-5511325091158655268.post-34350929060443125522010-10-06T21:47:00.004+02:002010-10-06T22:49:19.909+02:00Algo me aleja de ti...<div style="font-family: "Courier New",Courier,monospace; text-align: center;"><span style="font-size: small;"><i>A veces me gustaría presentarme de improviso en tu casa con una bolsa y una sonrisa. Preparar juntos la cena entre besos y risas, que me abraces y juegues con mi cuello y tu lengua mientras frego.</i></span><br />
<span style="font-size: small;"><i> </i></span><br />
<span style="font-size: small;"><i> Me gustaría verte esperando en la puerta de la facultad, viendo pasar personas que no soy yo con impaciencia, esperando verme salir y que corra hacia ti. Te daría millones de besos y caminaría cogida a tu mano hasta llegar al fin del mundo.</i></span><br />
<span style="font-size: small;"><i> </i></span><br />
<span style="font-size: small;"><i> A veces sueño con que me sorprendas con una rosa o una cena, con que luego nos perdamos por la ciudad y acabemos encontrándonos en la cama, juntos, buscando los senderos que navegan por la piel del otro, sin tener que pensar en aviones que nos devuelvan a una realidad fría, sin lágrimas de despedida.</i></span><br />
<span style="font-size: small;"><i> </i></span><br />
<span style="font-size: small;"><i> En ocasiones me gusta pensar que todo esto se tiñe de "normalidad" y que los detalles más insignificantes no se nos antojan un mundo, que salimos a tomar un café, al teatro o decidimos quedarnos en casa, entre las sábanas de una cama que nunca pierde tu olor. </i></span><br />
<span style="font-size: small;"><i> </i></span><br />
<span style="font-size: small;"><i> Pero las cosas no son como nos gustan y tú nunca estás. Tu olor se desvanece, tus besos pasan a ser recuerdos y los sueños duelen hasta hacer llorar. La normalidad nunca impera nuestras vidas y los kilómetros atropellan nuestras expectativas. Tiempo, esperar, paciencia, años... se relacionan en frases que nunca creo. Debería dejar de llorar horas eternas en las que sólo saco en claro que me encuentro sobrepasada por esta situación que yo misma elegí y borrar la pregunta que me ronda, hiriendo de muerte la poca confianza que tengo en mí: ¿Y si no es nuestro momento? Lo es.</i> <i> <b>Lo tiene que ser</b>.</i></span></div>Jessicahttp://www.blogger.com/profile/13160618486015809923noreply@blogger.com3tag:blogger.com,1999:blog-5511325091158655268.post-76553423264874972422010-10-02T12:34:00.000+02:002010-10-02T12:34:35.588+02:00Las Rayban no te dejan ver las lágrimas...<div style="font-family: "Courier New",Courier,monospace; text-align: left;">Octubre es gris.</div><div style="font-family: "Courier New",Courier,monospace; text-align: left;"><br />
</div><div style="font-family: "Courier New",Courier,monospace; text-align: left;">Recuerdo con una nítidez dolorosa la sensación de desprotección que me quedó el octubre de dos años atrás. Mecida por una ola de cariño caminé confusa y desorientada durante aquellos largos días. Nada importaba, nada recordaba ya. Todo se había desvanecido la mañana de aquel día, cuando desperté empapada en sudor, llorando sin un motivo aparente. Se había ido, lo supe mucho antes de escucharlo de la boca de otros, de verlo con mis propios ojos. Él ya no estaba allí.</div><div style="font-family: "Courier New",Courier,monospace; text-align: left;"><br />
</div><div style="font-family: "Courier New",Courier,monospace; text-align: left;">Y llovía. Si no hubiera llovido me hubiera enfadado con el mundo. Sí, más de lo que ya lo estaba. Llovía y me resguardé en un banco de piedra las horas más largas del día más infinito. Daba igual si hacía frío, daba igual si llovia a mares, daba igual si llevaba horas allí, mirando la nada sin hablar con nadie. ¿Qué buscaba? Quizá la respuesta al interrogante de dónde se va aquello que muere. Di millones de besos, noté el calor de aquellos que me abrazaban, me refugié en los latidos de aquellas medias sonrisas que me miraban como si yo no fuera la misma de siempre. Y quizá tenían razón: jamás volví a ser la misma. </div><div style="font-family: "Courier New",Courier,monospace; text-align: left;"><br />
</div><div style="font-family: "Courier New",Courier,monospace; text-align: left;">Lloré hasta dejarme el alma. Lloré hasta no poder más. Lloré hasta sentir que el mundo se quebraba bajo mis pies, que un agujero se abría para llevarme al abismo. Pero alguien me abrazó en la puerta de aquella iglesia, impidiendo que callese. "Se te oia llorar, desde la otra punta, y a mí se me encogía el corazón", me escribieron después. </div><div style="font-family: "Courier New",Courier,monospace; text-align: left;"><br />
</div><div style="font-family: "Courier New",Courier,monospace; text-align: left;">Y todo me ha venido hoy a la memoria, con ese color gris que octubre siempre me evoca. Gris, como el cielo cubierto que me dio los buenos días la mañana en la que él, papá, se marchó en silencio, de manera discreta, envuelto en los fantasmas que le atormentaron, con una media sonrisa de felicidad y paz que jamás había visto.</div><br />
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="http://www.trucospc.info/public/flores/Rosa%20Roja.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="240" src="http://www.trucospc.info/public/flores/Rosa%20Roja.jpg" width="320" /></a></div>Jessicahttp://www.blogger.com/profile/13160618486015809923noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-5511325091158655268.post-82571715217809676322010-08-31T13:30:00.000+02:002010-08-31T13:30:21.010+02:00Cartas en el buzón y ninguna es de amor...<div style="text-align: left;"><i style="color: #741b47; font-family: "Courier New",Courier,monospace;">"A veces salgo sin paragüas. Las gotas mojan mi pelo, se cuelan por mi espalda provocándome escalofríos, acariciándome el rostro con una ternura fría. Entonces, me gusta recordar cuando tú recorres mi columna con la yema de tus dedos, haciendo que se me erice el vello bajo tu tacto. O quizá cuando besas las lágrimas saladas que cruzan mi rostro en una carrera que intentas para como si al hacerlo fueras a detener el dolor que se instala cual losa negra que reina en los días de lluvia. El frío que seca las gotas que me mojan es muy parecido a la primera bocanada de aire que nos acaricia al salir de la ducha, juntos, tras discutir por la temperatura del agua, tras desear que momentos como ese no terminen nunca.</i>"</div><br />
<div style="text-align: right;"><b>Torrent, 19/08/2010</b></div>Jessicahttp://www.blogger.com/profile/13160618486015809923noreply@blogger.com4tag:blogger.com,1999:blog-5511325091158655268.post-30401096878778852792010-08-08T22:07:00.001+02:002010-08-08T22:07:39.008+02:00Y ya no la volví a ver más...<div style="text-align: left;"><div style="color: #a64d79; font-family: "Courier New",Courier,monospace; text-align: center;"><span style="font-size: large;"><i>**</i><i>Mañana, cuando me levante, esperaré encontrar una rosa, quizá roja, como el color de tus mejillas ruborizándose cuando te miro; quizá blanca, como las páginas que todavía me quedan por escribir, como nuestro futuro por pintar. Puede que sea amarilla, como el sol que se colará por la ventana al amanecer; tal vez azul, como el vestido que me quitaste anoche. Me dará igual. Quiero que me regales una rosa, que me despiertes con un beso y que suene nuestra canción, la que nos recuerda por qué seguimos juntos. Quiero que me regales una rosa que me diga "te amo"**</i></span></div><br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="http://www.amor.net/wp-content/uploads/te-amo.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="320" src="http://www.amor.net/wp-content/uploads/te-amo.jpg" width="219" /></a></div></div>Jessicahttp://www.blogger.com/profile/13160618486015809923noreply@blogger.com9tag:blogger.com,1999:blog-5511325091158655268.post-49904958629439706502010-07-24T15:48:00.001+02:002010-07-24T15:49:07.619+02:00Anoche soñé que volvía a Manderley<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiy3VEZJeypbVQ3mMH3giQjNsW2iu_5Qhe6lzISfbW0hdZ_Yeh1hkacCWFM2-7x3-mnM4TD3xhT3elf88uOtbQHuLMSIpH5DxcjKuRk2OpJKmmkHfF1A0feV9RIySngkqRS19fEodMODXUR/s1600/Rebeca_-_V8_por_alcor.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiy3VEZJeypbVQ3mMH3giQjNsW2iu_5Qhe6lzISfbW0hdZ_Yeh1hkacCWFM2-7x3-mnM4TD3xhT3elf88uOtbQHuLMSIpH5DxcjKuRk2OpJKmmkHfF1A0feV9RIySngkqRS19fEodMODXUR/s320/Rebeca_-_V8_por_alcor.jpg" /></a></div><div style="color: purple; font-family: "Courier New",Courier,monospace; text-align: left;"><span style="font-size: small;">Leí "Rebeca" de camino a Barcelona. Huía de fantasmas y miedos, de una época que comenzaba a destruirme y que no cesaría hasta meses después. La carretera se abría a mi paso, un paso suspendido en las páginas de aquella obra que había escogido al azar, o quizás, como decía Daniel Sempere en "La sombra del viento", que me había escogido a mí. Durante aquel viaje aproveché cada segundo de descanso y soledad para quedarme a solas en "Manderley", navegar por los recuerdos de esa protagonista sin nombre, odiar al fantasma de Rebeca. </span></div><div style="color: purple; font-family: "Courier New",Courier,monospace; text-align: left;"><span style="font-size: small;"><br />
</span></div><div style="color: purple; font-family: "Courier New",Courier,monospace; text-align: left;"><span style="font-size: small;">Durante aquellas horas de frenética lectura he de confesar que lloré de rabia e impotencia y supongo que lo hice porque sentí una profunda empatía con aquella protagonista atormentada por su complejo de inferioridad. Me sentí reflejada y no pude evitar sentir una tremenda angustia al pensar que él no había olvidado a Rebeca, que continuaba enamorado de alguien tan espectacular, de una mujer cuya presencia se había arraigado en la memoria de todos y continuaba vagando, descarada, por los pasillos de "Manderley". ¿Quién podría pensar que la niña tímida y ojeriza cuyos temores pesaban más que sus miedos ganaría la partida? Yo quise zarandearla, decirle que gritara a Max, gritarle que dejara de mendigar su amor, pedirle que levantara la cabeza y luciera su mejor sonrisa mientras paseaba por la playa, convenciéndose de que aquel era su lugar. O si no, si no era su lugar, que se marchara lejos, muy lejos, a años luz de Max, de Manderley y del sonido de las olas rompiendo.</span></div><div style="color: purple; font-family: "Courier New",Courier,monospace; text-align: left;"><span style="font-size: small;"><br />
</span></div><div style="color: purple; font-family: "Courier New",Courier,monospace; text-align: left;"><span style="font-size: small;">Creo que a veces se me olvidaba que aquella no era mi historia y por eso lloraba lo que aquella mujer no era capaz. No era mi historia, sin embargo me sentía dolida con Max de Winter. Parecía que era a mí a quien jamás había besado o dicho "te quiero", a quien miraba con aquellos ojos ausentes, carentes de cualquier sentimiento.</span></div><div style="color: purple; font-family: "Courier New",Courier,monospace; text-align: left;"><span style="font-size: small;"><br />
</span></div><div style="font-family: "Courier New",Courier,monospace; text-align: left;"><span style="color: purple; font-size: small;">Con el paso del tiempo, viví mi historia y vi que yo era igual que aquella muchacha. Tenía aquel complejo de inferioridad y el temor absurdo a que el amor de mi vida quisiera con esa intensidad a otra a quien yo suplía y a la altura de la que jamás estaría. ¿Pero sabéis? "Rebeca" acaba bien. Y los días tontos, aquellos en los que me siento una miserable niña de cabello deshecho sin un collar de perlas ni un modo para embotellar recuerdos, pongo "Rebeca", la adaptación de Hitchcok y dejo que los fotogramas en blanco y negro tapen los temores de fantasmas disimulados que juraron irse para siempre. Rebeca murió y su fantasma quizá nunca existió sino en la cabeza de la muchacha enamorada de Max. Y Max, con su indescifrable sonrisa, puede que le tuviera que haber confesado que ella, la niña sin nombre era el amor de su vida, la única mujer a la que había querido con esa furia y ternura.</span></div>Jessicahttp://www.blogger.com/profile/13160618486015809923noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-5511325091158655268.post-38363097991744604512010-07-17T18:48:00.001+02:002010-07-17T18:49:56.936+02:00Siempre será aquella noche tu noche y la mía...<div style="text-align: left;"><i>-No me parece justo.</i></div><div style="text-align: left;"><br />
</div><div style="text-align: left;"><i>-¿El qué?</i></div><div style="text-align: left;"><i><br />
- Pasar 24 horas contigo durante 11 días y ahora tener que <b>acostumbrarme a vivir sin ti. </b></i></div><div style="text-align: left;"><br />
</div><div style="font-family: "Courier New",Courier,monospace; text-align: left;"><br />
</div><div style="font-family: "Courier New",Courier,monospace; text-align: left;">Me delata la ansiedad en el pecho. Le miro. Quedan horas. Empiezo a llorar. Intento grabar a fuego su imagen en mi mente, como si tuviera miedo a que de un momento a otro se me olvidara su sonrisa o el tacto de sus manos sobre mi cuerpo. Él me mira con una mezcla de conmiseración y pena. Seca mis lágrimas, las besa una a una. <i>"Sabes salada"</i>, se ríe. Me echará de menos. Es lo que piensa mientra me mira. Lo sé. Conozco el brillo de sus ojos, le he contado 5 risas/sonrisas distintas y en estos momentos, su sonrisa, es la que alberga más pena de todas, la menos sincera. Me acaricia distraído mientras le susurra a mis lágrimas que paren. Intento no llorar. Me muerdo el labio y aparto la mirada. "No disimules. El gesto de tu boca dice que lloras". Río. "No me gusta que me conozcas tan bien", acabo diciendo cuando consigo deshacer el nudo de mi garganta. Le beso. Suena nuestra canción, que acaricia la habitación, se pasea por la cama, empaña el momento con más lágrimas. Quiere prometerme el mar otra vez, llevarme a nuestro lugar. Yo sólo quiero naufragar en su cama, quedarme abrazada a él hasta que amanezca y perder el avión que me ha de devolver a una vida que carece de sentido si no está él. <i>"No quiero irme"</i>, repito. <i>"No quiero volver a estar sin ti"</i>. Me siento protegida, feliz, invencible, cuando estoy entre sus brazos y durante horas he hecho de aquella habitación mi fuerte, observando cada detalle tapada con su bata. No quiero hacerlo, pero no puedo evitar pensar que en un día me separarán siglos del sonido de las gaviotas entrando por la ventana, de la lluvia, del frío vespertino, del sol de la mañana, de las chaquetas a mediatarde. Me he acostumbrado a ver el mar desde mi ventana, a la nostalgia que te inunda cuando ves un mar que no es el tuyo, a que su sonrisa me de las buenas noches, a que sus besos y caricias me despierten cada mañana. Me he acostumbrado a dar paseos interminables cogida a su cintura, a fingir enfados para que me recuerde que me ama, a acariciarle, a besarle, a no mirar el reloj. Aunque a lo que jamás me acostumbraré será al miedo a perderle, a la sensación de derrota cada vez que piso un aeropuerto con una tarjeta de embarque hacia Valencia. </div><div style="text-align: left;"><span style="font-family: "Courier New",Courier,monospace;">Cojo mi ropa por fin y me visto. Me abraza por la espalda con esa dulzura que consigue derretirme. Me susurra al oído lo mucho que me quiere. Me quedo sin respiración. Me ahogo. Un trozo de mí se queda con él. Un trozo de mí se queda en aquella playa gallega que hoy lleva mi nombre.</span></div><div style="text-align: left;"><br />
</div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiJcOb4coI3u5IAOpv8GBGh3ENH28Fv0zpLdpr1pFI4rdsLYv2XZ2J7C0c_x1i_TtZ_2R9nvG3-QBMpC8SxRC4aZkUX2SbVVQYASup0GbXRgu1KB_pznVBI3hEUkUiHzRJU6RYxO1o4ajZ_/s1600/102_0405+-+copia.JPG" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="150" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiJcOb4coI3u5IAOpv8GBGh3ENH28Fv0zpLdpr1pFI4rdsLYv2XZ2J7C0c_x1i_TtZ_2R9nvG3-QBMpC8SxRC4aZkUX2SbVVQYASup0GbXRgu1KB_pznVBI3hEUkUiHzRJU6RYxO1o4ajZ_/s200/102_0405+-+copia.JPG" width="200" /></a></div>Jessicahttp://www.blogger.com/profile/13160618486015809923noreply@blogger.com4tag:blogger.com,1999:blog-5511325091158655268.post-52479193919043186212010-05-29T16:08:00.001+02:002010-06-02T17:55:52.896+02:00Que puta es la vida a veces, y otras que de verdad...<div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none; text-align: left;">Han pasado la vida juntos. Era usual verles pasear las tardes ociosas por la Avenida, cogidos del brazo, el uno siempre al lado del otro. Ella con ese carácter fuerte, esos collares de perlas. Él con una sonrisa cómplice que nunca perdía. Los recuerdo ya peinando canas, desventajas de ser la pequeña de la familia, pero siempre caminando juntos. </div><div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none; text-align: left;">Hace poco, mientras esperaba a que me arreglaran la pulsera de mi cumpleaños, los vi entrar en la relojería. Él tenía el rostro desencajado, había envejecido cien años. Ella tenía la miraba ausente, los labios rojos, como siempre, la expresión perdida. Me reconoció, me besó, me dijo lo guapa que estaba. Aproveché esos minutos de espera para tomarla del brazo y dejar que él descansara, se desahogara hablando un rato con mi madre. De refilón, le vi llorar. </div><div class="separator" style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none; clear: both; text-align: left;"><a href="http://i208.photobucket.com/albums/bb115/pacus73/Otoo.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; cssfloat: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" gu="true" height="220" src="http://i208.photobucket.com/albums/bb115/pacus73/Otoo.jpg" width="320" /></a></div><div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none; text-align: left;">Me intenté poner en la piel de él. Después de toda una vida al lado de una persona, de quererla, de amarla, de disfrutar con ella lo más maravilloso de la vida y hacer frente a los sinsabores del destino, llega el momento que te va anunciando el final. De repente, ves como todo se desmorona.Maldita pregunta: "<em>¿Y tú quién eres?"</em> Ella va menguando, no es la sombra de lo que fue. Tú ya no tienes un lugar en el que refugiarte; has de vivir por y para ella. Además, la vida te ha dado un revés tras otro: has enterrado a tus hermanos, a tus cuñados, a tus sobrinos e incluso a un hijo. Ya no queda nada de aquellos sábados por la mañana de almuerzo y truc en el bar de siempre, ya no queda nadie con quien conversar alrededor de una cerveza, con quien compartir una charla de esas que arreglan el mundo. El tiempo se ha vuelto un enemigo que juega en tu contra, clavándote minutos, segundos. Ya no quedan más que recuerdos.</div><div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none; text-align: left;"><br />
</div>Jessicahttp://www.blogger.com/profile/13160618486015809923noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5511325091158655268.post-33723708672342023052010-04-19T01:08:00.005+02:002010-06-02T18:00:08.983+02:00Tienes fuego pero no sabes quién eres...<div style="text-align: left;"><span style="color: #4c1130; font-family: "Courier New", Courier, monospace;">Se miró en el espejo. Las ojeras, las lágrimas, los fantasmas anidando cada rincón de su tibia serenidad, los sueños rotos, los aviones de cristal estrellados en el suelo de la inconsciencia... Su pintoresca imagen se burlaba de ella, como si fuera una simple desconocida. Se dio la vuelta, confusa, derrotada por el peso de la realidad y caminó durante horas sin rumbo por una ciudad llena de venas, arterias, por las que se delizaban centenares de coches que portaban refugios insondables que nunca eran el suyo.</span></div><span style="font-family: "Courier New", Courier, monospace;"><div style="text-align: left;"><br />
</div><span style="color: #4c1130;"></span></span><div style="text-align: left;"><span style="font-family: "Courier New", Courier, monospace;"><span style="color: #4c1130;"><em>"¿Y ahora, qué?",</em> se preguntó.</span></span></div><span style="font-family: "Courier New", Courier, monospace;"><div style="text-align: left;"><br />
</div><span style="color: #4c1130;"></span></span><div style="text-align: left;"><span style="color: #4c1130; font-family: "Courier New", Courier, monospace;">Buena pregunta. <strong>Futuro</strong>. ¿Y ahora qué?</span></div><span style="font-family: "Courier New", Courier, monospace;"><div style="text-align: left;"><br />
</div><span style="color: #4c1130;"></span></span><div style="text-align: left;"><span style="color: #4c1130; font-family: "Courier New", Courier, monospace;">Cerró los ojos para disimular las lágrimas. El futuro se proyectaba en blanco y negro, como el pasado que pesaba cual losa sobre sus hombros. El futuro no existía. El futuro era una utopía que no tocaba con las manos, que no alcanzaba a vislumbrar, que se perdía en el eco de la desesperación que la arrastraba. El futuro era una promesa que se negaba a ser cumplida.</span></div><span style="font-family: "Courier New", Courier, monospace;"><div style="text-align: left;"><br />
</div><span style="color: #4c1130;"></span></span><div style="text-align: left;"><span style="color: #4c1130; font-family: "Courier New", Courier, monospace;">Arrastró su alma por aquellas calles, difuminándose entre los recuerdos. Veía su imagen nítida e inconfundible por aquellos lugares que una vez hicieron suyos. Cada semáforo en rojo, cada paso de zebra, aquella estación modernista, aquellas calles interminables, aquel río triste en el que ya nadie, excepto ella, reparaba... todo tenía su aroma, su presencia. Todo se le antojaba una leve fantasía, un lugar en el que nunca estuvo pero que se había postrado en su memoria como si un traidor cinematógrafo hubiera proyectado aquellas imágenes tantas veces que ya las hubiera hecho suyas. ¿Y si él nunca existió? Si realmente existía, si realmente había estado con ella, según el calendario, tan poco tiempo atrás, ¿ por qué le parecía que había pasado años?</span></div><span style="font-family: "Courier New", Courier, monospace;"><div style="text-align: left;"><br />
</div><span style="color: #4c1130;"></span></span><div style="text-align: left;"><span style="color: #4c1130; font-family: "Courier New", Courier, monospace;">Su voz, su tacto, su olor... se desvanecían si se aventuraba a recordarlo. El rumor del viento parecía llevarse con él todo resquicio de cordura y arrastraba consigo sus recuerdos, despojándola de aquello que la importaba. Cada segundo que pasaba para inmolarse hacía la eternidad era un enemigo que la hería de muerte. Maldito tiempo. Malditos fantasmas. Malditos corazones que corrían por la ciudad con total impunidad creyendo que alguien los necesitaba. Ella hacía tiempo que vivía sin el suyo. Ella lo regaló con una determinación que la asustó. Benditas locuras aquellas de juventud que te encumbran a la felicidad más absoluta, que te hacen recorrer kilómetros con un sueño y un libro, con una canción de fondo. Benditas locuras aquellas que le jugaron una mala pasada y que hoy la tenían atada a un vago recuerdo, a una sensación frustrante de vacío. Y es que ¿cómo se puede seguir viviendo después de conocer la felicidad y tener que decirle hasta luego? ¿Cómo se puede seguir adelante cuando has dejado parte de tu alma en un aeropuerto, vagando, esperando frente al panel de información, llorando en el smoking point? ¿Cómo se puede seguir adelante con la sensación de que no recuerdas su voz susurrándote al oído, el color de sus caricias o el precio de sus sonrisas? </span></div><span style="font-family: "Courier New", Courier, monospace;"><div style="text-align: left;"><br />
</div><span style="color: #4c1130;"></span></span><div style="text-align: left;"><span style="color: #4c1130; font-family: "Courier New", Courier, monospace;">Con la cabeza llena de preguntas sin respuesta esperó escuchar su voz al otro lado. Se conformaba con eso; ya ni tan siquiera demandaba gestos de cariño, sólo quería escuchar su voz, su risa, sus enfados fingidos... Pero esta vez no había nadie. De nada servía gritarle al viento, de nada servía vararse frente al mar ni lanzar una botella con un mensaje que nunca le llegaría, que nunca contestaría. Cruel presente, casi tan desdibujado como el futuro. ¿Qué poder tenía el amor? ¿La llevaría de regreso a casa? ¿Sonaría aquél teléfono con él al otro lado recordándole que, pese a sus miedos, sus estupideces, sus errores... todavía la quería con la ternura y pasión con la que la amó por primera vez, con la que prometió amarle cada día de sus vidas? </span></div><span style="color: #4c1130;"><div style="text-align: left;"><br />
</div></span><div style="text-align: left;"><span style="color: #4c1130; font-family: "Courier New", Courier, monospace;">Y sin darse cuenta, había vuelto al principio. Estaba enamorada.</span></div>Jessicahttp://www.blogger.com/profile/13160618486015809923noreply@blogger.com3tag:blogger.com,1999:blog-5511325091158655268.post-56905763127034159612010-03-19T15:05:00.007+01:002010-03-19T17:01:17.143+01:00Hoy me siento tan grande por tenerte a mi lado...<span style="font-family:courier new;color:#333399;">Las prisas de la rutina se disipan en los días festivos. El pollo, recién sacado del horno, luce en la cazuela de barro y un par de platos descansan sobre la mesa. Ella bebe una copa; yo brindo con coca-cola porque la tengo a ella, lo más valioso que me podría dar la vida.<br /><br /></span><span style="font-family:courier new;color:#333399;">La admiro, y eso no es un secreto. Admiro su fortaleza, su manera de ver la vida, de afrontar las situaciones más difíciles con la cabeza fría y los nervios temblados. En ocasiones, me gusta pensar que yo he heredado parte de ese carácter fuerte y dulce que la define.<br /><br /></span><span style="font-family:courier new;color:#333399;">Hablamos durante la comida sin tabúes. Ella se empieza a dar cuenta de que ya no soy esa niña a la que le hacía pirris y vestía de rosa. Ahora, en el límite de la mayoría de edad, mientras firmo autorizaciones de bancos y las cartas ya llegan a mi nombre, empieza a tomar consciencia de que empiezo a vivir y eso nos asusta a las dos.<br /><br /></span><span style="font-family:courier new;color:#333399;">Puedo presumir de que nunca he tenido horarios ni imposiciones; he tenido consejos y sonrisas cómplices. Ella me contagió la pasión por la literatura, me ha enseñado a ser mejor persona, a darlo todo sin esperar nada a cambio, a levantarme después de cada derrota y seguir luchando. Ella ha dejado que me cayera para que aprendiera que la vida es dura, pero siempre he tenido su abrazo reconfortante para aliviarme después de la caída. Ella ha secado todas las lágrimas y no ha dejado que nunca me rindiera.<br /><br /></span><span style="font-family:courier new;color:#333399;">Mis sueños han sido sus sueños; mis ilusiones han ido de la mano con las suyas; su apoyo ha sido incondicional en todo momento. Me apoyó el día en el que le dije que estaba enamorada, me sonrió burlona el día que me pilló vomitando después de una borrachera, sufrió cuando cogí por primera vez un tren sola para irme al fin del mundo y se decepcionó cuando vió un paquete de tabaco en mi bolso.<br /><br /></span><span style="font-family:courier new;color:#333399;">Han habido momentos buenos y malos. La he visto sufrir, hipotecar su vida para sacarnos adelante, escalar muros que parecían infranqueables. La he visto sonreír cuando parecía que no quedaba nada por lo que hacerlo. La he visto estar siempre ahí, al lado de cualquiera que la necesitara, por mucho daño que le hubieran hecho.<br /><br /><br /></span><span style="font-family:courier new;color:#333399;">Nos aterra separarnos, que pase el tiempo, pero <em>"ella es y será todo para mí", </em>es mi madre, y tenemos un vínculo especial plagado de complicidad que espero que el tiempo no se lleve.<br /></span><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj1U0eXbr6oJ7nTl_GsHdHHqNq57DIJvNTk4HIPLJaR8qazmRD61qWH5vQ-zrJ-UkAVs1_9qsqH0I3h4bH0aD0RNScphuPVUJRfR8tP_WW4w0i8ubvYpNzwIDpgyPmnLBMOgHr0jNMB0r8i/s1600-h/100_0340.JPG"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5450359402162557138" style="FLOAT: left; MARGIN: 0px 10px 10px 0px; WIDTH: 240px; CURSOR: hand; HEIGHT: 320px" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj1U0eXbr6oJ7nTl_GsHdHHqNq57DIJvNTk4HIPLJaR8qazmRD61qWH5vQ-zrJ-UkAVs1_9qsqH0I3h4bH0aD0RNScphuPVUJRfR8tP_WW4w0i8ubvYpNzwIDpgyPmnLBMOgHr0jNMB0r8i/s320/100_0340.JPG" border="0" /></a>Jessicahttp://www.blogger.com/profile/13160618486015809923noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-5511325091158655268.post-49214639540823150252010-02-15T15:27:00.006+01:002010-02-17T17:15:16.607+01:00<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh5df-mK9Fb49u63gAa-PZSCqBHB44BdKAckD16JawjL4Zfqvu-pPqBuE66Kjxbg1QUEDoZzGm51v19qBUqizYy6nZGWvcETGpZUu_vTJF7t6cQcZnImXIIH3vFsbSt3qHe6lbdA9-ONQiP/s320/erotismo.bmp"><img style="FLOAT: left; MARGIN: 0px 10px 10px 0px; WIDTH: 234px; CURSOR: hand; HEIGHT: 320px" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh5df-mK9Fb49u63gAa-PZSCqBHB44BdKAckD16JawjL4Zfqvu-pPqBuE66Kjxbg1QUEDoZzGm51v19qBUqizYy6nZGWvcETGpZUu_vTJF7t6cQcZnImXIIH3vFsbSt3qHe6lbdA9-ONQiP/s320/erotismo.bmp" border="0" /></a><br /><div><strong><span style="color:#330033;">Me gusta tu forma de mirarme, siempre con dulzura y profundidad.</span></strong></div><br /><div><strong><span style="color:#330033;">Me gusta cuando te revuelves en la cama y me buscas, te acercas a mí y me abrazas. </span></strong></div><br /><div><strong><span style="color:#330033;">Me gustas cuando duermes y me contestas, me besas, me proteges. </span></strong></div><br /><div><strong><span style="color:#330033;">Me gusta tu calor, tu olor, el tacto de tu piel aterciopelada, el contraste con la palidez de la mía.</span></strong></div><br /><div><strong><span style="color:#330033;">Me gusta cuando me besas y tu barbita hace que se me pele la nariz.</span></strong></div><br /><div><strong><span style="color:#330033;">Me gusta cuando me haces cosquillas en el cuello.</span></strong></div><br /><div><strong><span style="color:#330033;">Me gustan tus manos, tus labios, tus intenciones.</span></strong></div><br /><div><strong><span style="color:#330033;">Me gusta cuando te miro, sonrío y tú me preguntas en qué pienso.</span></strong></div><br /><div><strong><span style="color:#330033;">Me gusta cuando no soy capaz de desentrañar el mapa de tus gestos y te me antojas un misterio.</span></strong></div><br /><div><strong><span style="color:#330033;">Me gusta cuando sonríes y me quedo durante horas colgada en esa sonrisa.</span></strong></div><br /><div><strong><span style="color:#330033;">Me gustas tú. </span></strong></div><br /><div><strong><span style="color:#330033;">Me gusta nuestra vida. </span></strong></div><br /><div><strong><span style="color:#330033;">Me gustan nuestros planes.</span></strong></div><br /><div><strong><span style="color:#000000;"><em>Pero no me gusta tener que echarte de menos.</em> </span></strong></div><div><strong></strong></div><div><strong></strong></div><div><strong></strong></div><div><strong><a href="http://www.goear.com/listen/c935ad6/me-gustas-cuando-lucas-masciano"></a></strong></div><br /><br /><object width="353" height="132"><embed src="http://www.goear.com/files/external.swf?file=c935ad6" type="application/x-shockwave-flash" wmode="transparent" quality="high" width="353" height="132"></embed></object>Jessicahttp://www.blogger.com/profile/13160618486015809923noreply@blogger.com3tag:blogger.com,1999:blog-5511325091158655268.post-64805164622525829692010-02-05T19:05:00.007+01:002010-02-05T20:36:54.836+01:00Te he dejado en la despensa lunas, por si acaso es q oscurece...<span style="font-family:courier new;"><span style="color:#000000;"></span></span><br /><span style="font-family:courier new;"><span style="color:#000000;">Entramos Ciiint y yo en una floristería de la parte baja. Íbamos inmersas en nuestro mundo, hablando, riendo, quejándonos de un examen o quizás de un trabajo que aún no habíamos acabado. Al cruzar la puerta nos recibió un negocio muy típico, desordenado, con la mesa llena de papeles y las estanterías repletas de flores efímeras, pero preciosas que conformaban un agradable ambiente. Buscamos a nuestro alrededor al dueño del negocio y al mirar al frente, a lo que parecía una trastienda, vimos a una pequeña con su papá. La niña, con el pelo deshecho, el chándal del colegio y esa indecisión propia de la edad se debatía entre el rojo o el naranja. Su padre, perfectamente trajeado, con una sonrisa paciente y un gesto conmedido, esperaba la decisión de la pequeña. Así, finalmente, la niña emitió su veredicto y el padre lo reafirmó con un leve movimiento de cabeza al tendero, un chico joven de trato amable con una cálida sonrisa .</span><br /><br /><span style="color:#000000;">Ciiint y yo continuamos charlando cuando los tres salieron al mostrador. Yo le iba contando alguna clase pasada, quizá formulaba alguna queja, pero al nombrar a un profesor, el padre se metió en nuestra conversación con una tibia sonrisa avergonzada. Me giré confusa. ¡Qué pequeño es el mundo!</span><br /><br /><span style="color:#000000;">-¿Ese no será el de Monte-sión?</span><br /><br /><span style="color:#000000;"></span><br /><span style="color:#000000;">-Sí.- respondimos al unísono.</span><br /><br /><span style="color:#000000;">Empezamos una amable conversación entre recuerdos en blanco y negro, entre comentarios mordaces, comprobando que el tiempo suaviza las formas, tiñe de blanco el pelo, pero las personas permanecen. Dos generaciones distintas allí plantadas, que habían recorrido esos pasillos en momentos distintos, dejando su esencia, su primavera, sus sueños anclados en aulas de azulejos verdes que han cobijado miles de espíritus que creen que no hay vida más allá de esa adolescencia. </span><br /><br /><span style="color:#000000;">El hombre, tras unos minutos de complicidad con nosotras, nos deseó suerte. Pagó las flores, cogió a la niña de la mano y se marchó guiñándonos un ojo, esperando que nuestro futuro inmediato fuera dichoso. Cynthia y yo nos miramos pensando que quizás este lugar tiene más de pueblo de lo que pensamos, pero aquello, en cierta manera no nos disgustó. A veces, cuando vives en medio de un mundo que gira tan deprisa, donde confluyen miles de historias y nadie se preocupa por la tuya, resulta agradable encontrarte con alguien así, charlar sobretodo o sobre nada, sonreír porque sí.</span><br /><br /><span style="color:#000000;"></span><br /><span style="color:#000000;">Después, Ciiint y yo comenzamos a divagar, pensando en lo tierno que resultaba aquel chico saliendo con las flores desnudas en la mano. Pensamos que serían para su mujer que, ingenua, esperaba en casa suponiendo que su marido y su niña estarían en el parque. Quisimos imaginar la reacción de la esposa emocionada, sorprendida. Puede que abrazara a la niña, besara a su marido apasionadamente y se sintiera satisfecha por estar ahí, vivir esa vida con sinsabores y emociones, con pequeños detalles que la hacen grande. O puede que no, pero nos gustaba más esta opción.</span><br /><br /><span style="color:#000000;">Y yo, nostálgica, emocionada quizás imaginando aquella escena, no pude evitar pensar en el futuro, en flores naranjas, en besos y amor, y en el lugar donde tendrían lugar mis sueños, puede que alejados de esa floristería, de esas conversaciones casuales, o puede que no. </span><br /><br /><br /><br /><br /></span><span style="font-family:courier new;"></span><img style="DISPLAY: block; MARGIN: 0px auto 10px; WIDTH: 317px; CURSOR: hand; HEIGHT: 181px; TEXT-ALIGN: center" alt="" src="http://www.meteored.com/fotosusuarios/tborras/IMG_2660.jpg" border="0" />Jessicahttp://www.blogger.com/profile/13160618486015809923noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-5511325091158655268.post-14223004535673060412010-01-26T14:05:00.003+01:002010-01-26T20:35:42.354+01:00<a href="http://maxalvarez.files.wordpress.com/2008/10/a-coruna-torre-de-hercules-4b1.jpg"><img style="FLOAT: left; MARGIN: 0px 10px 10px 0px; WIDTH: 304px; CURSOR: hand; HEIGHT: 196px" alt="" src="http://maxalvarez.files.wordpress.com/2008/10/a-coruna-torre-de-hercules-4b1.jpg" border="0" /></a><em>-Si tan seguro estás, ¿Para qué vas a estar con alguien así? Déjame, ¿qué pasa, que no sabes como hacerlo?</em><br /><br /><em>-Dejarte, ni se cómo ni puedo hacerlo </em><br /><br /><em>-¿Por qué no puedes? </em><br /><br /><em>-Porque es como cuando intentas dejar de respirar: te lo propones, lo intentas y... es simplemente imposible.</em><br /><br /><br /><p></p><br /><br /><p></p><br /><span style="font-family:courier new;color:#663366;"><strong>Eres como aquel faro monumental que custodió nuestro primer beso mientras el mar rompía a nuestros pies: eres esa luz que nunca se apaga, que me calma, que me hace saber que llegaré a buen puerto mientras siga encendida. Por eso, sigo la luz de tus ojos que hoy brillan por mí y me hacen caminar por encima de ese mar que un día nos llevó a la deriva. </strong></span>Jessicahttp://www.blogger.com/profile/13160618486015809923noreply@blogger.com3tag:blogger.com,1999:blog-5511325091158655268.post-53356309239238227592009-12-13T12:53:00.003+01:002010-07-19T16:18:32.117+02:00<a href="http://focus007.files.wordpress.com/2008/02/casablanca2.jpg"><img alt="" border="0" src="http://focus007.files.wordpress.com/2008/02/casablanca2.jpg" style="float: right; height: 400px; margin: 0px 0px 10px 10px; width: 309px;" /></a><br />
<div style="text-align: left;"><br />
</div><div style="text-align: left;"><i><b><span style="font-family: courier new;">-Debajo de ese caparazón de cínico se esconde un sentimental [...] En 1935 llevó usted armas a Etiopía, y en 1936 luchó en España junto a los republicanos.</span></b></i></div><div style="text-align: left;"><b><br />
<span style="font-family: courier new;"></span></b></div><div style="text-align: left;"><i><b><span style="font-family: courier new;"></span></b></i></div><div style="text-align: left;"><i><b><span style="font-family: courier new;">-En ambos casos me pagaron muy bien.</span></b></i></div><div style="text-align: left;"><b><br />
<span style="font-family: courier new;"></span></b></div><div style="text-align: left;"><i><b><span style="font-family: courier new;"></span></b></i></div><div style="text-align: left;"><i><b><span style="font-family: courier new;">-Pero le hubieran pagado más los vencedores...</span></b></i></div><div style="text-align: left;"><i><b><span style="font-family: courier new;"></span></b></i> </div><div style="text-align: left;"><i><b><span style="font-family: courier new;">(Casablanca)</span></b></i></div><div style="text-align: left;"><br />
</div><div style="text-align: left;"><br />
</div>No sé si siempre nos quedará París o si es que nunca la tuvimos, no sé si él se acuerda del vestido que llevaba la primera vez que me vio, ni si nos enamoramos mientras el mundo se desmoronaba. Me da igual, nunca aspiré a ser Ingrid Bergman ni a protagonizar una historia de película. Nunca seré la chica flacucha y de ojos negros con un gato sin nombre que desayunaba frente a Tiffany's esperando encontrarse protegida en los "días rojos". Yo, cuando me pierdo, tengo mucho menos glamour: me refugio entre libros y películas en blanco y negro mientras Alberto se ríe de lo "retro" que llega a ser su chica, todavía comprándose vinilos de Bob Dylan, emocionada porque ha encontrado en el rastro un libro de páginas amarillentas que rescatar de un olvido seguro.<br />
Tampoco fumaré jamás frente a Cary Grant mientras le rechazo con una fingida indeferencia. No soy la secretaria de Kirk Douglas que le desbanca como escritor famoso y se convierte en la novelista del año mientras es la perfecta esposa. No seré la viuda de Fredric March en "Ha nacido una estrella", ni la protagonista sin nombre de "Rebeca", amante entregada a un misterioso Lawrence Olivier al que no entiende, al que cree enamorado de un recuerdo. Sé perfectamente que no me pareceré nunca a Audrey Hepburn ni tendré su magia. No cantaré "Moon River" en una ventana, regalaré a George Peppard una cinta para máquina de escribir que estrenará inspirándose en mí, y Humphrey Boggart no acabará confesándome su amor resignado ante una chica tan especial como "Sabrina". No sé si iré de "vacaciones por Roma" o si una "Serenata Nostálgica" hará que no olvide nunca que la vida son momentos con banda sonora en la que hay que sortear obstáculos.<br />
Sea como sea, aunque Hithcock no dirija mi vida ni Capote escriba mi historia, seguiré enamorada de Humphrey Boggart y caminaré siendo una soñadora que vive una vida en color. Porque no soy Janet Gaynor ni tengo ese halo tan especial que desprendría Audrey pero me he ganado a pulso el papel protagonista de una historia que tiene como ingrediente especial que no sé hacia dónde me llevará.Jessicahttp://www.blogger.com/profile/13160618486015809923noreply@blogger.com3tag:blogger.com,1999:blog-5511325091158655268.post-88893693493369793912009-10-30T17:43:00.006+01:002009-10-31T16:16:55.379+01:00Tú me das seguridad, tú me haces seguir viviendo....<span style="font-family:courier new;color:#330033;">Me basta con hundir mi rostro en tu pecho para sentir que todo, excepto tú, carece de importancia. Todo va pasando a un segundo plano, todo se ralentiza. El mundo, de repente, deja de existir bajo mis pies y eres tú el que me sujeta. Me aferro a tí, siento tu brazo rodeándome con determinación y fuerza y tu respiración, tranquila, se acompasa con la mía. Voy notando como cada vez me alejo más de la persona que fui y como todo camino irremediablemente, me lleva a tí.</span><br /><span style="font-family:courier new;color:#330033;"></span><br /><span style="font-family:courier new;color:#330033;">Me haces la persona más feliz del universo tan sólo con mirarme, tan sólo con dedicarme una de esas sonrisas repletas de fuerza y ternura. Cada beso es un regalo que no sé si merezco; cada abrazo me habla de como a tu lado nada malo puede pasarme. Espantas mis fantasmas con infinita paciencia, haciendo el esfuerzo de obviar mis miedos, protegiéndome del mundo y de ellos; protegiéndome de mí misma. El peso de un beso es fuciente para que, al mirar atrás, todo el camino sea tan sólo un leve recuerdo que ya no tiene la propiedad de hacerme daño.<br /></span><br /><span style="font-family:courier new;color:#330033;">Tienes la mirada más intensa que jamás he visto. Tienes la sonrisa más especial que jamás me ha sonreído. Posees un encanto que me envuelve, una determinación que me da seguridad, un halo de confianza que me hace sentir la persona más especial del mundo. Posees tantas y tantas virtudes que me siento pequeñita entre tus brazos, algo insignificante que no es suficiente para tí. </span><br /><br /><span style="font-family:courier new;color:#330033;">Eres esa parte sin la que no puedo respirar. Eres mi protector, mi guía, el sueño que cada noche se repite con mayor intensidad. Eres la única persona capaz de robarme miles de sonrisas, el que cada noche, con infinita paciencia, escucha mis divagaciones, me hace olvidar lo duro que es el mundo. Eres mucho más de lo que estas simples palabras puedan decir de tí. Eres mucho más de lo que me merezco, mucho más de lo que pude llegar a soñar. " Eres no sé lo que eres, eres justo mi mitad"</span><br /><span style="font-family:courier new;color:#330033;"></span><br /><span style="font-family:courier new;color:#330033;">Y si algo tengo claro por primera vez es que me da igual tu pasado, me dan igual mis fantasmas y me da igual cuánto tengamos que luchar. Sólo quiero vivir mi presente junto a tí, llegar a ese futuro que el tiempo nos promete e ir ganándole batallas a la vida, a nuestra vida. </span><br /><span style="font-family:courier new;color:#330033;"></span><br /><span style="font-family:courier new;color:#330033;">Te amo!</span>Jessicahttp://www.blogger.com/profile/13160618486015809923noreply@blogger.com4tag:blogger.com,1999:blog-5511325091158655268.post-88966230300521083012009-09-09T20:59:00.006+02:002009-09-10T02:55:37.121+02:00Temblando con los ojos cerrados...<span style="color:#663366;"><strong>Cierro los ojos.</strong><br />Abrazo la almohada todavía fría y, a tientas, busco tu reflejo en mis sueños. Te escondes. Grito tu nombre, que resuena por las paredes vacías como un eco que me hace estremecer.<br /><strong>Vuelvo a gritar.<br /></strong>No apareces, pero tu voz acaricia mis labios y tus palabras vuelan por mi cabeza . Tu voz se ha se ha colado en mi vida y me sorprende la nitidez con la que suena, incluso cuando no recuerdo cuándo fue la última vez que la escuché.<br />Intento responderte, pero mi voz, esta vez, se pierde y me parece que nunca llega a tocarte. Es un eco que resbala, un eco que se pierde temblando entre la desesperación de no saber si llegas a escucharla.<br /><strong>Un beso.<br /></strong>Abrazo la almohada de nuevo y, otra vez, a tientas, busco tu cara en el letargo silencioso de la noche. Te llamo otra vez. Grito tu nombre regocijándome en cada sílaba, como si ya el simple hecho de pronunciar aquellas siete letras me bastara para no echarte de menos. Y cuando tu rostro sonriente, único, aparece frente a mí como una divina aparición, busco tus labios en tinieblas. Me pongo de puntillas, cierro los ojos, escucho de fondo el mar mientras todo se ralentiza, todo carece de importancia, y me dejo llevar, como mecida entre tus brazos por el vaivén de las olas que quedan a nuestra espalda.<br /><strong>Te quiero.<br /></strong>Dos palabras que parecen no decir nada, pero lo dicen todo. Quizás me arriesgue, me precipite, confesándote tal realidad, lanzando la discreción al viento, muy lejos de mi ya desgastada razón. Te quiero. Suena tan bien dicho en voz alta. Suena tan bien cuando eres tú el que desliza de sus labios esas palabras y me las dedicas a mí, únicamente a mí.<br />Y cuando aflora el primer "te amo" me siento la persona más especial del mundo. Será porque tengo la certeza de que es verdad, de que es a mí a quien amas, aunque no consiga entender el por qué. Y yo te amo. Te amo tanto que me asusta la posibilidad de perderte un día, de no volver a ver tus labios curvándose en una media sonrisa dedicada sólo a mí.<br /><strong>Y me haces temblar. </strong></span><br /><span style="color:#663366;"><strong>Tiemblo</strong>. </span><br /><span style="color:#663366;">El viento frío de la mañana que se cuela por la ventana acaricia mi espalda, eriza el bello de mi cuerpo. Me decepciono cuando compruebo que no es tu aliento el que me recorre. Abrazo la almohada ahora cálida, abro los ojos y veo que no estás en mi cama. Daría todo sólo por extender la mano y encontrar la tuya sosteniéndola, acariciándola de nuevo.<br /><strong>Sueños.<br />Sueños que haremos reales.<br />Sueños que sólo hablan de tí.</strong></span>Jessicahttp://www.blogger.com/profile/13160618486015809923noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-5511325091158655268.post-88840890922979153932009-08-31T12:43:00.003+02:002009-09-01T00:14:36.771+02:00<span style="font-family:courier new;">Ella habla para no escuchar lo que siente. Piensa que si grita más que las voces que le hacen temblar, acallará su ilusión y así no le harán daño. Ella se ha prometido levantar un muro infranqueable que él ha derruido con la primera sonrisa, el primer "te quiero". Ella se ha quedado sin defensas y ahora sólo ríe, regala su cariño. Habla. Siente. Escribe. Sueña. Vuelve a ser lo que creía que jamás sería.<br /><br />Ella le quiere como pensó que nunca querría. Se siente afortunada, pero todo lo que siente pasar por su pecho, la asusta. Tiene miedo a no ser como él la ve, pero sin embargo sus fantasmas se callan en el preciso instante en el que él vuelve a aparecer. Aún así ha de confesar que sus fantasmas son apenas visibles desde que él inundó su vida con su presencia.<br /><br />Pero ella está enfada con él porque por su culpa se ha traicionado en la promesa que una noche se hizo de no dejar que nadie más entrara en su vida. Ella, fiel en sus promesas, ahora tiembla cada vez que le recuerda y que recuerda que él se coló por una pequeña rendija y cambió el gris de su vida por una luz resplandeciente. Pero le encanta temblar y él sabe que su enfado en realidad esconde una secreta alegría que queda de manifiesto en su sonrisa. Y desde que todo empezó, no ha dejado de sonreír.<br /><br />Él la quiere y se lo demuestra. Es por eso que a ella le asusta no ser capaz de demostrárselo con la misma intensidad. Ella se queda callada cuando escucha salir de sus labios los "te quieros" y sólo sonríe emocionada. como si todavía le pareciera raro que alguien quiera compartir su vida con ella. Pero él la sorprende con palabras que la colman y en esos instantes se vuelve a quedar callada. Busca una respuesta original, algo ingenioso que también lo desmonte a él, pero sólo le sale decirle lo muchísimo que lo quiere, cada día un poco más. Y muchas veces piensa que eso sólo no es suficiente para retenerle a su lado, para que él no se de cuenta de que es una simple niña sin mucho más que ofrecerle que su amor, su cariño, sus besos y sonrisas.<br /><br />Y ambos saben que no será fácil, pero nadie nunca les prometió que la vida fuera a ser fácil. Así que lucharán; y lucharán juntos porque así el camino será más llevadero y compartirán las alegrías y tristezas, sortearán las dificultades y sabrán que al final, lo único que importa son ellos mismos.<br /><br /><br /><br /><strong>Te quiero!<br /><br /><br />Te quiero mucho!</strong></span>Jessicahttp://www.blogger.com/profile/13160618486015809923noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-5511325091158655268.post-80258227586359953582009-07-19T19:57:00.004+02:002009-07-19T22:19:36.544+02:00Y pasa el tiempo y mientras pasa considero...<strong>2 años.</strong><br />Cuando apareció la idea de este blog no supe muy bien qué sería de él. Digamos que no soy la persona más constante del mundo y además, aunque a veces lo disimule bien, soy bastante tímida. Empezó como una idea con nombre de canción que había escuchado al despertar en un coche camino a Barcelona después de un día poco menos que complicado. Algunas entradas fueron borradas y, a pesar, de que las primeras entradas ponen que datan de Octubre, el primer esbozo de este blog se creó una tarde tonta de julio y fue borrado una tarde todavía más tonta de agosto o de septiembre. Pero como soy una ñoña, había guardado esas entradas con sus correspondientes comentarios, y una tarde gris del recién estrenado otoño, sintiendo que el mundo era un territorio hostil, las rescaté.<br />Ahora que me ha dado por releer qué fue de mí en aquella época, he sentido la tentación de borrar aquellas entradas. ¡Qué vergüenza! El final del 2007 fue raro. El miedo a acabar una etapa y a empezar otra, el miedo a la muerte, "enamorarte" y que te rompan el corazón por primera vez... Si no fuera por mi afán de conservar recuerdos... jajaj<br />En estos dos años he procurado que este fuera un lugar en el que gritar, en el que expresarme, un lugar en el que, a media voz, contar mis inquietudes, mis historias, mis sueños... Me he mantenido fiel a la promesa que me hice cuando comencé a escribir la primera entrada: siempre me dejaría llevar. Sí, aquí escribiría sin tabúes, sin pensar en quién podría o no podría leerlo. Para escribir aquí me quedaría a solas conmigo misma y luego, contaría, acompañada o no de mis musas, aquello que me atormentaba o que quería compartir con el mundo. Reconozco que he tenido etapas muy "putas" en las que sentía que me ahogaba y que sólo aquí podía gritar porque hacerlo en mi mundo podía romper del todo pilares ya desquebrajados. Hubo una etapa, en el último otoño, que dejé de escribir, y tuve la sensación de que sería para siempre. Me aparté del teclado, pero al final, cuando volví a encarrilar mi vida, me reconcilié con este "rincón" en el que siempre han aparecido voces que han puesto toques de cordura, sonrisas, consejos sabios, "te quieros"... y sobretodo, gente que ha tenido la increíble paciencia de leerse parrafadas enormes que ni yo misma sabía si iban o si venían y, luego, han intentado decir algo coherente que me ayudara a sentirme menos perdida. Ya sólo por eso, se merecen mi cariño.<br />Pero sin duda, algo que recordaré de este blog y que me hizo especial ilusión fue la aparición estelar de aquella "internauta agradecida" a la que llegué a dedicarle una entrada (<a href="http://sinmiedoasonyar.blogspot.com/2007/11/y-pensar-q-lo-q-escribo-puede-ser-tan.html">http://sinmiedoasonyar.blogspot.com/2007/11/y-pensar-q-lo-q-escribo-puede-ser-tan.html</a> ). Nunca pensé que algo que pudiera llegar a escribir pudiera influir en la vida de alguien, pero me emocionó hacerlo. No volví a saber de ella pero al cabo de meses, volvió a escribirme. Se trataba de una chica de Santiago de Compostela un poco más mayor que yo que llegó a mí por casualidad y que gracias a mí recuperó su inspiración. En ocasiones, qué pequeño es el mundo.<br /><br />Y como creo que ya os debo de haber cansado ya con mis batallitas os dejo con mi entrada favorita de estos dos años. Si la habéis leído, nunca viene mal recordar :) Si no, pues la comparto con vosotros!<br /><br /><br /><br /><span style="color:#6666cc;"><strong>"SIRENA VARADA"</strong><br /><br /><span style="font-family:courier new;font-size:85%;">"Pero es que cada gota de lluvia lleva a lomos demasiados recuerdos que, cuando osan acariciar las heridas que todavía no han cicatrizado, escuecen. Llovía aquel día en el que me partieron el corazón en mil pedazos y, sentada frente a la ventana hasta que el tiempo dejó de pasar y las horas perdieron su importancia, vi como la lluvia y el viento se llevaban los pedazos de un maltrecho corazón que justo en aquellos momentos y no en otros, dejó de creer en el amor. Y aquel día, mientras mis lágrimas formaban un charcho de tristeza en el que naufragar, me prometí a mi misma sellar para siempre mi corazón si de esta manera nunca nadie me volvía a hacer daño. Las gotas de lluvia sellaron mi pacto y aquella pequeña llave bajo la que esconder mis miedos se la llevó algún pequeño riachuelo de ilusión y de cobardía encubierta. Confié en que quizás algún día la trajera de vuelta un pequeño barco de papel que atracara en un puerto seguro, sin miedos oscuros, sin lágrimas de media noche. Pero los barcos de papel se rompen, se deshacen y desaparecen como las promesas que se formulan al viento. Aquel barco de papel con el billete de vuelta se ha perdido en la corriente de alguna tormenta y ha encallado en el vaso de ron de algún pirata o marinero que se tragó la llave e hizo llorar a esta pequeña sirena. Pero los marineros tienen a mil sirenas suspirando en cada puerto y la sirena que esconde su corazón en barcos de papel siempre huye sin saber si la invitaran a otro ron. Al fin y al cabo hay sirenas que se olvidaron de nadar mucho antes de aprender. Y yo me olvidé de nadar el día en el que dejé de creer en el amor, el día en el que la vida me demostró que los príncipes azules se van en el momento en el que hace falta que te envuelvan con su capa.</span><br /><span style="font-family:courier new;font-size:85%;">Pero la lluvia ha sido mi aliada cuando la he necesitado, cuando he creído que un momento así no se podría concebir sin ella, sin esa melancolía opaca que te envuelve el corazón sin necesidad de una excusa. Por eso salí a la lluvia el día en el que la vida dejó más desamparada que nunca, cuando sentí que se me había quebrado el corazón y sólo me quedó sentarme en el banco de piedra blanco resguardado por un porche a ver pasar las horas teñidas de dolor. La lluvia trajo consigo la fuerza del cariño, la fuerza que te arrastra a ponerte en pie incluso cuando se te ha olvidado cómo late el corazón, cuando has conocido a la muerte y la has mirado a los ojos suplicándole un único día más.</span><br /><span style="font-family:courier new;font-size:85%;">Pero los días de lluvia, a parte de los recuerdos, traen consigo esa extraña inspiración para un alma romántica que nunca es leída. La lluvia cae y tiñe los días de ápices tristes que yo convierto en historias, historias olvidadas que nunca ven la luz del sol, que viven en las nubes negras y en el alma de una pequeña sirena que hace con ellas barcos de papel en los que esconder su corazón.” </span></span>Jessicahttp://www.blogger.com/profile/13160618486015809923noreply@blogger.com3tag:blogger.com,1999:blog-5511325091158655268.post-81513017369370612052009-07-04T18:16:00.007+02:002009-07-05T01:17:49.256+02:00Y ahora te rindes princesa de hielo, cayendo al suelo por última vez..Durante meses me he estado preguntando en qué clase de persona me había convertido para que mis amigos me hubieran dejado de hablar y los que me seguían hablando, sólo me quisieran para salir de cañas y de fiesta.<br /><br />Buscaba una explicación, pero nunca la encontraba. Era mucho más maduro por su parte dar la callada como respuesta, dejarme así, por las buenas, con mis historias, mis cosas, rodeada de fantasmas. Porque lo reconozco y siempre lo he hecho: no soy una chica fácil. Aunque en realidad tampoco lo creo. No es que sea una persona difícil, si no es que te tienes que tomar un par de tardes para conocerme, para que me pueda abrir. Porque puedo aparentar que soy muy extrovertida, pero soy extremadamente tímida e insegura. Pero conmigo, con una sonrisa, lo tienes todo ganado. ¡Qué simple! Y lo han olvidado.<br /><br />Pero he de confesar que si ahora algo me da miedo es que esta apatía en la que estoy suspendida tan sólo sea la tapadera o la antesala a esa depresión de la que llevo huyendo durante meses. Se me hace un mundo salir, mirarme al espejo, hablar con los amigos que conservo, ponerme a escribir, a leer... Quiero echarle la culpa a la medicación de las migrañas y me releo una y otra vez el prospecto buscando explicación entre los múltiples efectos secundarios. Pero la verdad es que desde que él se fue me dio por preguntarme el sentido de la vida. ¡Qué filosófica me pongo a veces! Yo siempre he sido melancólica, pero desde entonces me encuentro mucho más vulnerable. Soy joven. Soy muy joven. Y perder a un padre cuando se es tan joven puede resultar algo difícil. Desde entonces, desde octubre, hay imágenes que no se me han ido de la cabeza y supongo que hubiera ayudado el hecho de tener a mi lado amigos con los que contar, amigos que no hubieran hecho de este asunto un tema tabú porque para ellos era mucho más fácil.<br /><br />No sé a qué viene esta entrada, la verdad. No sé por qué escribo esto, por qué hago esta declaración de intenciones justo ahora. Supongo que es una manera de plantarme porque ya estoy harta. No quiero en mi vida a gente así. No quiero en mi vida a gente que con sonrisas de arpías y gestos de hienas me busquen cuando su cielo está negro porque soy la chica que escucha con una sonrisa y arregla los problemas de los demás. No quiero gente en mi vida que cuando por fin me da por levantar la cabeza y pensar en mí, me deja de hablar por las buenas y sin más explicación. No necesito gente en mi vida a la que Amelie, Woody Allen, Rafa Pons, Carlos Goñi, Andrés Suárez, Ruíz Zafón, Paulo Coelho... les parezcan una soberana gilipollez. Gente que nunca me ha querido acompañar a un concierto porque el "<em>rollo cantautor, te irá mucho a tí, Jess, pero a nosotros, nos aburre..."</em> A los que los libros les dan alergía y nunca han terminado de leerse uno de mis relatos porque "<em>los escribes muy largos</em>" pero que sin embargo me dicen "<em>tienes talento, pequeña</em>" mientras yo pongo cara de pócker. A mí me dan alergia los partidos de básket en los que siempre pierden, los conciertos punks donde el cantante sale con unos gayumbos en la cabeza, las conversaciones monotemáticas de ordenadores, diseño gráfico..., las veces que se clavan cuchillos unos a otros por la espalda... pero sin embargo, ahí he estado siempre, con ellos.<br />Tampoco quiero gente en mi vida que no acepte como soy, que me marque las pautas de lo que debo y no debo hacer, con quien debo salir o a quien no me debo acercar. No puedo estar al lado de gente que se ría de mis sueños, que me mire con indiferencia o que se crea superior a mí por tener más visitas en Tuenti o más amigos en Facebook. ¿Está tan vacía tu vida que se reduce a eso, a mirar tu contador de visitas de Tuenti?<br /><br /><br />Lo siento, pero no me arrepiento de no ser una barbie niña de papá de sonrisa falsa y manipuladora que juega con vosotros, aunque parece que eso es lo que os va. Soy como soy, y yo prefiero ser así, amante de películas raras, de actores en blanco y negro, de música con letras cargadas de significado de gente que se lo trabaja para hacerse un hueco y cuyo nombre no es súper conocido. Que muy probablemente el año que viene acabaré estudiando filología o historia, esas carreras que os pareces tontas, y seguiré con mis viajes infinitos al fin del mundo, esos que nunca os han importado. Que seguiré viajando en tren para ver a mis niñas de Murcia, buscando excusas para irme de conciertos con gente a la que no le suena tan mal, subiendo al escenario a bailar el "mala puta" (aunque luego en youtube me encuentre los vídeos xD)... en definitiva, seguiré con mi vida, porque me he dado cuenta de que no me hacéis falta. Y además, no lo debo de estar haciendo tan mal si a mi alredor, han quedado personas que todavía siguen a mi lado.<br /><br />Pero sí, podemos llevarnos bien, guardar las apariencias. Era yo la mala de la película, no? Y todavía , en estos meses, no me había pronunciado, había guardado un prudencial silencio. Pues ahora, el que quiera entender que entienda.<br /><br /><br />Besitos y saludos a los que me leéis, a los que pasáis y saludáis, a los que pasáis de incógnito...<br /><br /><br /><a href="http://www.blogger.com/%3Cobject%20width=%22425%22%20height=%22344%22%3E%3Cparam%20name=%22movie%22%20value=%22http://www.youtube.com/v/tdWFlzG30h4&hl=es&fs=1&%22%3E%3C/param%3E%3Cparam%20name=%22allowFullScreen%22%20value=%22true%22%3E%3C/param%3E%3Cparam%20name=%22allowscriptaccess%22%20value=%22always%22%3E%3C/param%3E%3Cembed%20src=%22http://www.youtube.com/v/tdWFlzG30h4&hl=es&fs=1&%22%20type=%22application/x-shockwave-flash%22%20allowscriptaccess=%22always%22%20allowfullscreen=%22true%22%20width=%22425%22%20height=%22344%22%3E%3C/embed%3E%3C/object%3E"><object width="425" height="344"><param name="movie" value="http://www.youtube.com/v/tdWFlzG30h4&hl=es&fs=1&"></param><param name="allowFullScreen" value="true"></param><param name="allowscriptaccess" value="always"></param><embed src="http://www.youtube.com/v/tdWFlzG30h4&hl=es&fs=1&" type="application/x-shockwave-flash" allowscriptaccess="always" allowfullscreen="true" width="425" height="344"></embed></object></a>Jessicahttp://www.blogger.com/profile/13160618486015809923noreply@blogger.com5