Apenas un instante. La respiración entrecortada se escuchaba al otro lado del teléfono, ronca, agitada, casi como un jadeo herido de muerte. Una declaración de intenciones, una secuencia de palabras que la habían puesto en jaque y un ruido repetitivo e incesante de los tacones repicando en una acera vacía. Todo se sucedía a la misma vez, en un momento preciso que tenía la seguridad de que jamás se repetiría.
Fugaz, así describía al tiempo. Fugaz porque se marchaba y no volvía, porque no podía tocarlo, tenerlo entre sus manos. Fugaz como aquellas estrellas a las que pedía deseos que nunca se cumplían. Y de manera fugaz pasó por aquella calle maldita, plagada de fantasmas y sueños perdidos, plagada de corazones que palpitaban, sentían, caminaban, ajenos a ella. ¿Hacía dónde conduce la locura?, se preguntó con una sonrisilla amarga. ¿Hacía dónde te llevan los errores?, continuaba filosofando. Y dejó las respuestas en el aire, flotando con la tranquilidad de un velero surcando el mar una tarde de verano.
Estaba cerca, pero ¿de qué? Encendió un cigarrillo que se le antojó casi tan necesario como el respirar. Ya no lloraba, ya no gimoteaba, pero la ansiedad que ardía en su pecho la hacía fumar a una velocidad alarmante, atropellando las viejas colillas con un nuevo cigarro. Pero nada la calmaba. Nada hasta que notó ligeras gotas de lluvia cayendo sobre su abrigo de paño negro abotonado al cuello. El pelo empapado, el maquillaje desordenado y los tacones tambaleándose peligrosamente sobre el suelo resbaladizo la hicieron sentirse llena de vida. Corrió sin miedo a caer, notando como su bolso golpeaba su cadera al ritmo de las zancadas. La locura se había apoderado de ella, la delataba el brillo de sus ojos, pero por primera vez sonreía con la determinación de los que no tienen miedo a equivocarse.
Daba la vuelta, se dirigía a aquella calle maldita.
El tiempo en que se sucedieron los pasos cansinos al otro lado de la puerta, la tos adormilada de él y el silencio incómodo que se instaló en aquel edificio, se le antojó una verdadera tortura. Se desangraba su confianza, se desvanecía su seguridad. Una sonrisa atónita y el calor de la casa la cubrió en un abrazo que anhelaba que fuera él quien se lo diera. Estaba empapada, casi ridícula. Él era perfecto aún con su bata desgastada y raída por el tiempo. Una invitación para pasar se demoraba y quedaba suspendida entre el desconcierto. Sus miradas se cruzaban sin que ninguno pudiera adivinar las intenciones del otro.
-Pasa.- dijo por fin él.
La invitó a sentarse junto a la estufa. Parecía desconcertado, sin rastro de turbación en su rostro. Pero no hizo preguntas. Habían llegado a ese acuerdo tácito desde el primer momento en el que él abrió la puerta. Y es que las preguntas, aquellas que se arremolinaban impacientes en el quicio de sus labios podían esperar una ocasión más tranquila, un momento más oportuno en el que no salieran envenenadas por el pasado. Además, ella era así, misteriosa y libre, con una áurea tranquila, casi bohemia. Y él lo había aceptado siempre. Se había enamorado de su carácter alegre y soñador, de sus mundos interiores, de sus tacones vacilantes acercándose a él con las dudas de quien ama sin esperar ser amado. Todo y nada se conjugaban en aquella relación donde las palabras que sobraban eran las necesarias para poner sobre la mesa sus sentimientos. Sentimientos que volaban espectantes por aquella habitación, posándose sobre los miedos, sobreponiéndose a las palabras....
5 comentarios:
Continuara???
Me quede con ganas de más...Muy atrapante y lindo...Me da curiosidad saber porque ella se encontraba así, de ese modo, triste, desorientada quizás. Me da curiosidad y me siento de algún modo ligada!
Besos!!
Pau, no sé si continuará pero debería continuar! :). Y más aún: debería seguir publicando cosillas por aquí! Sus navegantes soñadores somos náufragos insomnes a la deriva sin sus palabras por aquí :(
Toda la verdad!
;)
Jess: tu público te reclama! Ya has visto!! :)
Muaks! Te amooo! (L)
Gracias!!
Pues suerte en los exámenes, cuando veas alguna de las pelis recomendadas cuéntame que te han parecido.
_un beso
www.loimportanteestaenelinterior.blogspot.com
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