lunes, 13 de junio de 2011

Son sueños que nunca se cumplen...

Tengo que asumir que nunca vendrás a por mí armado de flores, que no llenarás la casa de velas ni me traerás el desayuno a la cama si no te lo pido. Dejaré de esperar esa petición de matrimonio de ensueño y me conformaré con soñar que quizás, un día, al menos, pueda escoger mi vestido de novia. Dejaré de mirar el móvil con ilusión, no me molestaré por crear fantasías tontas que me hacen sentir idiota y voy a dejar de idear planes para dos que nunca nos hacen la misma ilusión. Voy a dejar de cuidar, porque me apetece que me cuiden. Voy a dejar de sorprender porque estoy harta de perderme en ilusiones.

Voy a dejar de soñar, porque cuando los sueños se rompen, duelen.