jueves, 27 de diciembre de 2007

perdonen el retraso

Entre entrada y entrada pasa demasiado tiempo. El fotolog consume mi tiempo y agota mis ganas de darle al teclado para soltar parrafadas. Algunos de vosotros, lectores esporádicos, ya me habéis echado la bronca porque estáis hartos de ver la misma actualización del mes pasado. No tengo excusa, no es que sea la persona más constante del mundo y cada vez que me planto frente a la pantalla del ordenador con la hoja en blanco me entra un pánico injustificado.
Se acabó. Pienso actualizar esto con algo más de frecuencia para mantenerme ocupada.

Creo que ya he dicho muchas veces que la vida es un camino que nunca sabes donde te puede llevar. A veces es largo y otras es demasiado corto. Hay personas a las que le toca el camino más fácil, ése en el que los recovecos y los desvios son mínimos. Hay a gente a la que el camino que le toca está llenos de piedras, de decidir que flecha escoger entre varias, de trampas y caídas que no te dejan ver el final. La vida es eso y al nacer no sabemos que nos espera en el futuro. Si lo supíeramos, la vida, perdería ese encanto, esa sorpresa y esa magia que nos hace querer salir adelante sólo por la esperanza de que lleguen tiempos mejores.

Tal vez esto venga porque yo, al igual que todos, estoy en medio de ese camino. Sin saber cuando llegaré al final de él, esperando ver las sorpresas que me depara el mañana, ese mañana que me aterra tanto como espero.


Todos guardamos dentro de sí secretos que no revelamos nunca al resto de la gente. Secretos sobre nuestra vida o sobre nuestros actos, sobre nuestros sentimientos o sobre cualquier otra cosa que preferimos que queden callados en nuestra memoría.
Yo, todavía, no tengo secretos que revelar. Es cierto que hay episodios de mi vida que prefiero que queden guardados. Hay momentos que pocas personas conocen y que no me siento cómoda relantando. Ese tipo de momentos con los que lloras mientras recuerdas o mientras cuentas. Y no porque sean secretos, sino porque forman parte de la infancia que viví hace no demasiado y que, aunque todo haya cambiado, duele.

La vida está formada por una serie de etapas que nos marcan. Yo considero que cada persona vive de forma diferente esas etapas y lo que hace que salga o entre en ellas son las circunstancias que se dan en el camino. La madurez se adquiere a golpe de malos momentos, de experiencias significativas que te hacen aprender. La rapidez con la que vivas esas experiencias, tan sólo, depende de tí.



Y no sé a que viene todo esto. Lo siento. Sé que es un poco rollazo y que puede que no le encontreis el sentido. Mi época como escritora no es que sea la más brillante

Se osQier!

jesS^^

3 comentarios:

Mary_Cherry dijo...

Muchisimas graciaspor pasarte!! q cuando empiezas esto se agradece mil q alguien te conmente :) (acabas de ganarte q linkee tu blog para pasarme a menudo jeje)

Por cierto, he estado cotilleando tus entradas y me gusta mucho como escribes, además de que tus textos hacen reflexionar.

Weni no m enrollo mas jeje. Un besoi y gracias de nuevo por pasarte!!! :)

Roberto Leal dijo...

JEjeje por fin! ya iba siendo hora de verte de nuevo por aqui, en fin, lo cierto es que la vida te da muchos palos a lo largo de todo el camino, lo importante es saber reponerse y aprender de ellos, la madurez ... si se va ganado pero es algo que vas ganando toda tu vida, no solo en esta etapa

Mary_Cherry dijo...

Feliz año wapa!!! voy con prisas para actualizar y pirarme a comprar los últimos reyes jijiji. Espero q te traigan muchas cositas!!


Muackkkkkk